jueves, 11 de diciembre de 2014

Poor man (4)


5 de Noviembre, 21:50

Por la noche me refugio del frío con fuego. En las orillas del río, todas las noches, gente que no tiene prácticamente nada, como yo, vienen a quemar barriles para calentarse y compartir la poca comida que han encontrado durante el día con los demás.
Yo no suelo hablar mucho con nadie, y menos ahora. Nadie puede saber que soy un superhéroe o les podría poner en peligro, en los cómics es así, y tiene sentido, creo.
Aquí nadie parece feliz. Es normal, yo tampoco lo soy. Nadie lo sería en estas condiciones. Quién sabe los motivos por los que estas personas han llegado aquí, pero dudo que alguien se merezca esto. Bueno, yo si, por tonto.
Escuché detrás mía a dos vagabundos hablando, tenían un tono de voz bastante alto, así que les pude escucharles.

— Hoy no he conseguido una mierda. Me voy a morir de hambre.
— No te preocupes, hoy he conseguido un montón de comida por Tiraflores.
— ¿Tiraflores? ¡No te acerques a ese barrio, tío! Dicen que por ahí han visto a Blacksweater.
— ¿Blacksweater?
— Sí, también lo llaman "Sudadera negra". Es un asesino a sueldo muy fuerte, podría matarte con un golpe si quisiese.
¿"Blacksweater"? ¿He oído "Blacksweater"? Ese hombre es un hijo de puta, y uno de los responsables de que yo esté así, es del tipo de personas que el mundo no necesita, haría bien en darle una lección, además, me quitó lo que más quería... esta noche le buscaré, y Poor man le dará una lección.
Estuve buscando por los lugares más lógicos en los que ese asesino podría estar. Pocos minutos, el silencio de la noche se rompió por el ruido que hacían un grupo de personas al final de la calle. Me dirigí hacia allí, a ver qué era. Vi a un montón de personas con malas pintas entrando a un bar cutre.
¡Lo encontré! ¡Está con esa gente entrando al bar!
Entré al bar a por él, había bastante gente, la mayoría de ellos parecían macarras, delincuentes, y más cosas. No hay que juzgar a nadie por su apariencia, pero es lo que parecían, además, estaban armando bastante jaleo. El dueño del bar parecía asustado. Es normal, teniendo en la barra a Blacksweater. Allí estaba, sentado, sin hacer ni un solo movimiento y sin mover ni un músculo.

— ¡Blacksweater, ¿te acuerdas de mí?!
Blacksweater se giró y me miró. En ese momento toda la gente del bar se quedó en silencio y dirigieron su mirada hacia mí. Me cagué de miedo.
— Eh... eh... ¿te acuerdas de mí? Soy el capullo al que intentaste matar, pero fallaste. Aún así, te llevaste un par de vidas por delante, eh, campeón.
La gente empezó a gritar amenazándome e insultándome, pero seguí.
— Me dan asco las personas como tú. Le quitas la vida a la gente sólo por dinero. ¿Te crees que tienes derecho a ello? Eres la mierda de esta sociedad. Sin ti, el mundo sería un lugar más limpio. Por eso, voy a acabar contigo, prepárate.

¿Quién es esa? ¿De dónde ha salido? Da igual, me ha salvado la vida.  Creia que estaba de mi lado hasta que abrió la boca.

— A ver, idiota: te he dicho mil veces que nada de matar a alguien a no ser que te paguen por ello. Nos podemos meter en problemas gordos, ¿sabes?
— Eh... ¿quién eres tú?—al decir esto me di cuenta de que me he roto varios huesos, y duele un montón
— ¿Qué te importa?
— Nada, quiero saber el nombre de la persona que me ha salvado.
— En realidad no te he salvado, tan solo he parado su golpe porque el hombre este la lía. No te voy a salvar a ti que ni siquiera sé quién eres.
— ¡Soy Poor man!
— Muy bien por ti.
Me gustaría haberme levantado y pegarles una paliza a los dos aunque no sea lo correcto, pero estoy aquí paralizado en el suelo por el intenso dolor y noto como voy perdiendo el conocimiento.
Doy un poco de pena.




<-- Relato anterior (Poor man 3)

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